Litigio de Sigena
Litigio de Sigena
El Museu Nacional d’Art de Catalunya se opone a la ejecución provisional de la sentencia que ordena la restitución de las pinturas en la antigua sala capitular del monasterio de Santa Maria de Sigena en considerar que los riesgos son extremadamente altos y las pinturas podrían quedar irremediablemente dañadas. El museo ha estudiado en profundidad y ha trasladado a la jueza los riesgos y las consecuencias de una posible restitución provisional (la sentencia no es firme y puede ser revocada) del conjunto pictórico, que, para sus características técnicas y los daños que sufrió a lo largo de la historia, presenta una fragilidad extrema y una gran sensibilidad ante cualquier cambio en su entorno (temperatura, humedad relativa, calidad del aire) o posible tensión, vibración y movimiento.
Además de estos informes, y siguiendo instrucciones de su patronato, en el cual están representados el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Catalunya y la Administración General del Estado, a través del Ministerio de Cultura, el museo está contrastando sus conclusiones con expertos internacionales. Con este objetivo ha pedido a Simona Sajeva, ingeniera experta en conservación de pintura mural, reconocida internacionalmente, un estudio sobre las consecuencias de restituir las pinturas del monasterio de Sigena.
También se han aportado diferentes estudios y análisis realizados por el museo, que nunca ha dejado de estudiar las pinturas del Conjunto de la Sala Capitular de Sigena al largo de los años que lleva custodiándolas.
Todos los informes científicos entregados desaconsejan una operación de ésta magnitud, que supondría un perjuicio irreparable para unas pinturas del 1200 que fueron devastadas por el fuego durante la Guerra Civil y que se conservan en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, el museo de referencia para el arte medieval en España, desde los años 40.
Las conclusiones que se han alcanzado son las siguientes:
1. A causa de la exposición a elevadas temperaturas durante el incendio de 1936, los materiales pictóricos, pigmentos y aglutinados sufrieron una transformación química que alteró el aspecto de la policromía y la composición. El estudio del CSIC, a partir de muestras originales analizadas por Difracción de RX y mesuras de espectroscopia Raman, demuestra la completa alteración del color y la composición de los pigmentos, así como la notable reducción de cristalinidad de los morteros, que han perdido su capacidad de cohesión.
2. El análisis de las estructuras sobre las cuales están instaladas las pinturas, de madera y yeso, demuestran que son extremadamente sensibles a los cambios de temperatura y humedad, igual que las pinturas extraídas. Se trata de soportes débiles frente a la manipulación, a causa de su gran medida.
3. El tipo y nombre de las bacterias identificadas en las pinturas murales son las esperadas en un espacio con presencia de público, según demuestra el informe de la Facultad de Biología de la UAB, realizado sobre 15 muestras de pintura. El dictamen añade que las condiciones medioambientales controladas y estables en la sala del museo mantienen inactivas las bacterias. Un aumento de la humedad del entorno o un cambio de microclima facilitará el crecimiento de microorganismos latentes y la degradación del adhesivo de caseína.
4. Muchos de los productos añadidos en el traspaso son sensibles al ataque bacteriológico y a los hongos. Hay que tener en cuenta que los muros del monasterio de Sigena presentan actividad microbiológica, además de eflorescencias de sales que cristalizan bajo los restos de los morteros, tal y como se aprecia a simple vista en las impostas y en los arcos.
5. El estudio del departamento de Análisis de Materiales de Patrimonio Cultural de la Universitat Politècnica de Catalunya determina que la presencia de caseína de leche, procedente del queso, condiciona el proceso de carbonatación aún activo, generando micro movimientos cristalinos en las capas de la pintura. El informe concluye que los morteros de intervención donde se adhieren éstas pinturas son químicamente reactivos, muy sensibles a los cambios de concentración de dióxido de carbono, temperatura y humedad.
6. El informe del centro INNOTEX de la UPC pone de manifiesto la importante degradación de los hilos de algodón que constituyen las telas de traspaso de les pinturas. Un traslado de las pinturas murales de Sigena implicaría someterlas a cambios de condiciones ambientales (temperatura y humedad) y también a inevitables vibraciones, que podrían suponer pérdidas de pintura original.
7. Los resultados de los estudios realizados por el Smithsonian Museum Conservation Institute, en 2007 y 2010, evidencian la sensibilidad del mortero a los cambios de humedad.
8. Quedan restos de la cola que se usó para el strappo, como evidencia el informe de los centros científicos y tecnológicos de la UB, extremadamente reactiva a los cambios de humedad relativa del ambiente. Los materiales añadidos a su restauración tienen una composición, una reactividad y una estabilidad diferentes a las de los materiales originales.
A partir de estos informes, los expertos pueden prever los daños que podría comportar la reintegración de las pinturas en un espacio donde las condiciones de mantenimiento y exhibición son del todo inciertas. Todos los informes concluyen que, si las pinturas se han podido conservar, es gracias a las medidas de conservación idóneas de las que dispone en el Museu Nacional, que es el referente para el art medieval en España, y en cuanto a la pintura mural románica, en el ámbito mundial.
El Museu Nacional reitera que es imposible trasladar las pinturas de Sigena de manera provisional sin dañarlas, y alerta que la documentación aportada por el Gobierno de Aragón no cumple las condiciones mínimas exigibles
El Museu Nacional d’Art de Catalunya ha presentado al Juzgado de Primera Instancia núm. 2 de Osca la respuesta al requerimiento efectuado en el auto del 2 de noviembre mediante el cual se despacha la ejecución provisional de la sentencia sobre las pinturas de Sigena.
El museo recuerda que se trata de una sentencia provisional que puede ser revocada, y por tanto cualquier medida que se adopte debe ser reversible. Recuerda también que actúa como entidad de derecho público y que su misión es preservar el Patrimonio Histórico. La conservación de las pinturas es su máxima prioridad.
El escrito alerta, una vez más, sobre la imposibilidad de trasladar las pinturas sin dañarlas. El Museu Nacional se basa en los diferentes informes científicos que señalan su extrema fragilidad y los graves riesgos que supondría cualquier movimiento. También alerta sobre la insuficiente e imprecisa información que el Gobierno de Aragón ha facilitado sobre el estado real y las condiciones de la sala capitular.
Todos los informes científicos aportados por el museo señalan la imposibilidad de un traslado provisional sin dañar las pinturas.
El informe de la doctora Simona Sajeva, una de las especialistas mundiales más prestigiosas en la materia (ingeniera y conservadora-restauradora que nunca antes había trabajado ni había estado contratada por el museo) fue presentado a la jueza la semana pasada. Este informe alerta que el traslado resulta imposible de realizar sin dañar las pinturas, reafirma los estudios anteriores presentados por el museo y desaconseja cualquier movimiento.
La doctora Sajeva señala que es necesario mantener los soportes actuales para preservar las pinturas. La separación de estos soportes infringiría graves daños a las pinturas y supondría la pérdida total de las partes restituidas, que suponen un 30% del total, y tienen también un valor histórico. Por otro lado, los soportes, realizados expresamente para la instalación en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, hacen imposible su traslado: las estructuras de los arcos, a pesar de ser desmontados, no caben por los accesos ni del museo ni del monasterio y sería necesario derribar muros. Tampoco existe un transporte de las medidas y con las condiciones necesarias.
Además, los soportes actuales imposibilitan su exposición en Sigena, considerando que las medidas son las mismas que las de los arcos de la sala capitular, y una vez allí se tendrían que retirar por su instalación, sacrificando de esta manera la conservación de las pinturas. En el improbable caso que las telas resistiesen una operación como esta, la recolocación en los muros acabaría por destruirlas a causa de las mismas operaciones de recolocación, la insalubridad de las partes y los arcos, la presencia de microorganismos y la nula posibilidad de mantenimiento de la cara posterior de las pinturas.
La documentación presentada por el Gobierno de Aragón carece de datos técnicos que permitan evaluar elementos fundamentales para la conservación de las pinturas
El escrito del museo alerta también que la documentación presentada recientemente por el Gobierno de Aragón sobre las actuaciones que lleva a cabo en el Monasterio de Sigena es del todo imprecisa y carece de datos técnicos necesarios para evaluar elementos fundamentales. Frente a los diferentes informes aportados por el museo y realizados por universidades y expertos de reconocido prestigio, la documentación del Gobierno de Aragón no cumple los requisitos mínimos exigibles, muestra un desconocimiento absoluto de las necesidades de conservación de las pinturas y se limita a asegurar que la sala reunirá las condiciones necesarias, sin aportar los estudios o la información técnica que así lo avalen.
Respecto a la documentación aportada por el Gobirno de Aragón, el museo pone de manifiesto que no existe un diagnóstico preliminar ni se informa sobre estudios climáticos previos necesarios para determinar un proyecto de intervención y una propuesta de instalaciones capaces de contrarrestar los problemas endémicos de humedad que sufre el edificio. No se ha estudiado ni el estado de las piedras ni la presencia de microorganismos. No quedan claras las soluciones adoptadas para las aberturas de luz natural, muy perjudicial para la conservación de las pinturas. Tampoco se proporciona información técnica sobre el sistema de climatización, ni se detallan las instalaciones de iluminación y los niveles de radiación ultraviolada y radiación visible que podrían incidir en los arcos. Tampoco se prevé un estudio climático una vez finalizadas las obras para comprobar cuál es la respuesta de las salas y de las instalaciones antes de que ingresen en ellas obras de arte de extrema fragilidad.
La información aportada por el mismo Gobierno de Aragón confirma además la presencia de elementos de cemento armado en los muros perimetrales y en los arcos, tal y como señala el informe de la doctora Sajeva. El cemento armado es incompatible con estructuras y materiales históricos ya que crea una barrera para la circulación de la humedad y provoca la aparición de sales complejas y eflorescencias.
El museo considera imprescindible conocer a fondo la situación de la sala capitular, incluyendo los accesos. En este sentido solicita que se haga un requerimiento al Gobierno de Aragón y a la Comunidad Religiosa para que autoricen la entrada a los especialistas designados por él, tanto de su personal interno como de la doctora Sajeva para realizar los estudios necesarios in situ.
Se solicita también acceso a toda la documentación técnica sobre las intervenciones realizadas hasta la fecha y que se faciliten los contratos y las entrevistas con todos los profesionales que hayan intervenido o hayan de intervenir. También vuelve a solicitar que la jueza realice una inspección de las pinturas tal como se encuentran expuestas y conservadas en la actualidad.
El museo insiste una vez más que actúa como entidad de derecho público que desarrolla la misión de conservar y difundir el Patrimonio Histórico. En el Museu Nacional d’Art de Catalunya las pinturas de Sigena se exhiben con acceso universal, a todo el público y en el contexto de la que está considerada como la mejor colección de pintura mural románica del mundo. En consecuencia, tanto la propia institución como las obras que alberga están sometidas, además de a las disposiciones de derecho privado, a la regulación pública administrativa de protección del Patrimonio Histórico.